ZEGAMA-AIZKORRI 2010

Aizkorri...Aizkorri...Aizkorri... CINCO AÑOS para poder correr la dichosa carrera, cuesta más poder correrla que terminarla.
Gracias a los esfuerzos de mis patrocinadores, ciclos Turbina y Powerbar conseguimos una invitación y desde que me dijeron que la podía correr, no he tenido otra cosa en la cabeza.

16 de Mayo, 9:00 de la mañana, nos presentamos en la salida de Zegama, con los deveres bien hechos y no sin antes haber consultado casi todas las páginas metereologicas habidas y por haber.
Cielos nublados que tenderán a despejarse para la tarde...
Bueno, con esa previsión vamos bien.




Ahí donde nos veis, esta callendo la de Dios! y encima hace bastante frío.
Después de todas las ceremonias protocolos y demás se da el pistoletazo de salida, que todo el mundo estaba deseando, más que nada para entrar un poco en calor!




Ala, mariquita el último...
Comienza la fiesta! despues de una vuelta por las calles de Zegama, comenzamos la ascensión que nos llevará hasta Otzaurte.
Salgo bastante adelante como a mí me gusta, así evitamos entaponamientos, caidas y demás complicaciones que ocurren en las salidas numerosas, 510 corredores.
Dios, no para de llover... menos mal que anunciaban cielos nubosos.
Me cuesta entrar en calor y eso que estamos subiendo, pero bueno nos mantenemos en el grupo bueno, que no es el primero donde van todos los gallos.
Van pasando los Km. pasamos Otzaurte, me siento con fuerzas y voy tranquilo y confiado de que lo voy a hacer bien y de que parará de llover.
Nada más lejos de la realidad, subiendo Aratz, la 1ª cima, la lluvia se va transformando en nieve y cuando salimos del bosque a monte pelao el viento frío del norte nos corta la respiración, según vamos subiendo el viento es más fuerte y el cuerpo enterose me queda helado, las piernas se me quedan agarrotadas, las manos heladas... que chungo!
Aún así, agacho la cabeza, meto las manos en los sobacos y pasamos por la cima del Aratz entre los animos de la gente, bien abrigada, ( que envidia) y comenzamos el descenso hacia San Adrián.
En la bajada el primer aviso de como está el tema, hoy no se puede arriesgar mucho bajando está muy resvaladizo, te juegas el terminar la carrera ... después de lo que ha costado participar en ella...
Bueno, parace que ha dejado de llover, pasamos la cueva de San Adrián y sale un poco el sol, que nos calienta un poco el cuerpo, pero ya el daño esta hecho han pasado dos horas de carrera bajo la lluvia y la nieve y siento que las piernas no me van sueltas, voy agarrotado, por fuerza, como tirando de un carro, unos amigos me dicen que voy bien, sobre el 30.
En Aizkorri la primera media maraton es más dura que la segunda, así que una vez de subir Aizkorri, se podría decir que lo peor ya está hecho...
Se vuelve a nublar y empiezan a caer unas gotas, joeeee...



Se sube Aizkorri a paso rápido, cuidando los resvalones que te hacen perder fuerzas envalde.
Subimos un grupito de cuatro corredores, me siento bastante comodo y decido no gastar fuerzas adelantando a gente, y pienso que en el descenso podré recuperar unos puestos.
Antes de la cima saludo a mis cuñados (fotografos), gente que conoce la montaña y aprecian el esfuerzo que hacemos, les dedico un pequeño giño, como diciendo, voy bien...
Llegamos a la cima entre los animos de la gente que te grita casi en la oreja y se te ponen los pelos de punta.




Avituallamiento, que horror, otro trago de agua fría que te deja el estomago pa Tudela.
Los tres compañeros se quedan atrás y comienzo el peligroso cresterío en solitario.
En estas condiciones apenas se podía correr, veías agujeros en la nieve, entre las peñas, de las pisadas de algún corredor.
La nieve estaba muy reciente y blanda y con las zapatillas quedaba muy resvaladiza.
Así llegamos a Aitxuri y comenzamos el descenso vertical a Urbia.
Nada más iniciar el descenso un resvalón me hace caer y deslizarme de culo sobre unos veinte metros sin poder parar y a una considerable velocidad!
¡Vaya escapada!
Si llego a darme con alguna piedra me rompo algo, pensé.
Me pongo de pie y otra vez al suelo, la bajada estaba peligrosisima, veías a la gente rodando por los suelos y deslizandose sentados sin poder parar entre las piedras.
Después de tres o cuatro culetazos llegamos abajo sin hacernos daño, que ya es bastante.
Bebo un poco de agua y me miro las pequeñas heridas que me he hecho en la bajada:
Un corte en la palma de la mano izquierda y un rasponazo en el antebrazo derecho que me escuece un poco.
Bueno, seguimos.
Nos adentramos en el bosque que nos conducirá a Oltza y después a las campas de Urbia.
¡Otro trago de agua fría!

Después de pasar el río de Urbia, una extraña sensación me recorre todo el cuerpo, es como si estubiera viendo a mi mujer y mis hijos animandome justo en el mismo lugar que durante años hemos solido estar animando el paso de los corredores y que yo siempre solía pensar que algún día la correría y que yo también la podría hacer bien, pero hoy no están allí, hoy están en Zegama esperandome, impacientes, deseosos de que aparezca de un momento a otro.

Y me acuerdo de la gente que lo ha hecho posible, David, Andoni, Jaume... y sufro porque no voy bien, y quiero hacerlo bien, para demostrarles que puedo, y agradecerles todo su esfuerzo y confianza en mí, pero, hoy, no puedo...
Voy agarrotado,..., dos semanas antes en un entrenamiento que dímos la vuelta entera, tenía otras sensaciones, subiamos las cuestas y los repechos corriendo, con fuerza y con otras sensaciones.

Bueno ya solo queda la subida de Andreaitz, y el descenso hasta Zegama.
Pasamos Andreaitz entre los ánimos del mogollón de gente que había, a lo mejor más que en Aizkorri, ¡que pasada! y con el tiempo que hace, estos si que son unos campeones.
Comenzamos el descenso, sé que todavía me falta alrededor de una hora de bajada desde la cima,
pienso que voy bien de tiempo para poder correrla el próximo año, así que venga.




Poco a poco nos vamos acercando a Zegama, ya se oyen los altavoces anunciando la llegada de algún corredor y eso te anima un poco, venga, venga.
Llego a Zegama saludo a mi familia y unos amigos que han venido a ver la carrera y me adentro por las calles repletas de gente animandote, y se te vuelven a poner los pelos de punta, es super emocionante, merece la pena.




Pasamos la linea de meta en 4:53 en 48º puesto y contento de no haberme hecho daño y casi seguro de haber entrado en tiempo para el próximo año.
¡¡¡GRACIAS A TODOS!!!


http://www.youtube.com/watch?v=YhhsXtpwqOY


http://www.youtube.com/watch?v=JBU1QKFJ-Yc&feature=related